El Diario Espiritual de la Llama de Amor inicia con la noche obscura, y sobre esto escribe la Sra. Elizabeth Kindelmann-(Isabel):
“NOCHE OBSCURA”
El camino del Señor, por el que Él nos conduce, no se interrumpe jamás; somos nosotros los que nos desviamos de Él. Yo también me desvié. Las muchas preocupaciones, el trabajo agotador, unidos al estado de viudez, acabaron con mi recogimiento espiritual y poco a poco me iban apartando de Dios.
El continuo trabajo por sobrevivir ocupaba mi alma. Al cabo de larga lucha, mi vida espiritual se había opacado tanto que hasta la firmeza de mi fe se encontraba amenazada. Esta continua lucha por la existencia, hacía que me preguntara a mí misma: “ves, siempre te he dicho, ¿para qué tener una familia numerosa?”. Mientras yo daba vueltas a estas cosas, todo lo que antes había sido sagrado para mí y daba sentido a mi vida, me parecía necedad, vacío.
Reflexión: Así como Isabel, cuando sintamos que los trabajos y afanes que tenemos en la vida, han sido causa de que nuestra vida espiritual esté opacada, ¡acudamos a Maria! nuestra Madre poderosa, Ella puede y quiere ayudarnos, pidámosle que encienda su Llama de Amor en nuestro corazon y que ilumine el camino de la fe en nuestra alma.
Oremos:
Santa Maria, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
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